El País Vasco cuenta con un sector financiero muy solvente, y eso nos obliga a todos los agentes a ser especialmente competitivos. A ello se suman los retos que nos depara el futuro más cercano, con un cliente que demanda otro modelo de relación, una tecnología que avanza a gran velocidad, y la posible incorporación de empresas de otros sectores a diversos servicios financieros. Nuestro éxito pasa por la adaptación al cambio, ser líderes en innovación tecnológica, en la consolidación de nuevos modelos de oficinas, y en seguir siendo fieles a nuestros valores corporativos de calidad, confianza y compromiso social.