En el escenario de una nueva desaceleración es el momento de invertir en la mejora radical de competitividad de la industria. Utilizamos habitualmente términos excesivamente generalistas para escenificar los retos a superar como “resiliencia” o “digitalización” entre otros, pero concretar la ruta que cada compañía debe recorrer para garantizar su futuro requiere de un análisis previo concienzudo; no sirven los lugares comunes.Durante el último lustro hemos sufrido una oleada de mensajes respecto a la necesidad de realizar una “transformación digital” de las organizaciones industriales que han servido para concienciarnos sobre la necesidad de