El desarrollo de las smart cities es un proceso imparable en un mundo cada vez más globalizado. Las ciudades inteligentes han sido diseñadas para mejorar la vida de sus habitantes y para conseguir una gestión más prudente de los recursos naturales. Deben ser el modelo de desarrollo urbano que se imponga en los próximos años y las instituciones públicas han de hacer un esfuerzo por incorporar políticas que favorezcan un concepto de ciudad más eficiente, innovadora y funcional, al mismo tiempo que han de ser capaces de liderar cambios profundos en la manera de gestionar el día a día de todo aquello que afecta a los ciudadanos, desde la coordi